En 1996, un turista se encontraba buceando cerca a una isla de Croacia, cuando en una de las inmersiones se topó con un objeto brillante y tieso: Una forma humana sobresalía atrapada entre la arena. Se trataría de una de las estatuas mejor conservadas del Apoxiómeno.
Apoxiómeno significa literalmente «el que se raspa«, así se ha denominado a un tema artístico de la antigua Grecia, que representa a un joven atleta tras un encuentro deportivo. El muchacho generalmente se encuentra desnudo y en pie, sosteniendo un pedazo de metal curvo llamado estrígil, con el cual se limpia el sudor y el aceite impregnados en su piel.
Este tipo de estatuas eran moldeadas generalmente de bronce y se piensa que algunas fueron bañadas en oro. Sin embargo, es un poco difícil saber si los Apoxiómenos representaban a los deportistas más destacados. Lo que si sabemos es que se consideraba a Lisipo de Sición como el mejor escultor en fabricar estas obras.
El artista evoca el erotismo y la delicadeza de estos atletas en una práctica que, aunque parece íntima, no siempre era privada. En la cultura griega, los hombres solían compartir amplios salones donde se higienizaban y aprovechaban en socializar. Esta costumbre también alcanzó a las primeras etapas de la civilización romana.
Se piensa que el Apoxiómeno encontrado en Croacia fue esculpido alrededor de los siglos II ó I a.C. y por su contextura, podría ser un gimnasta. Su cabello es ondulado y su expresión mira al vacío, concentrado en usar el estrígil. Casi como si se tratara de una fotografía en 4D de hace 2,000 años.
Esculturas similares han sido halladas en Italia y Turquía, sin embargo ninguna con el mismo estado de conservación que la versión de Croacia. Esto resulta todo un misterio, debido a que en los textos antiguos, se menciona como un tema predilecto del arte griego e incluso, durante la época romana, varios nobles mandaron a fabricar copias. ¿Qué ocurrió para que estas obras terminen ocultas y olvidadas en el tiempo?
Como fuere, las que fueron rescatadas, asombran por su nivel de composición y la energía vibrante que transmiten, tal como en el tiempo de sus mejores glorias. De hecho, el Apoxiómeno de Croacia es uno de los símbolos culturales del país, siendo galardonada en 2007 con el premio de Patrimonio Cultural Europa Nostra. Actualmente se exhibe en el Museo del Palacio de Kvarner, en Lošinj.
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